Los años 2020 y 2021 serán recordados como los más desafiantes de la era moderna debido a la pandemia de COVID-19. Esta crisis global causó pérdidas humanas y estragos económicos en todo el mundo, y en el epicentro de esta situación se encuentra China. Además de ser la fuente del virus, el país asiático ocultó información crucial, destruyó evidencia y malinformó a la Organización Mundial de la Salud. Mientras tanto, el virus se propagó globalmente, afectando a Estados Unidos de manera devastadora. Más de 84,1 millones de estadounidenses se han infectado y más de un millón ha perdido la vida.

Estados Unidos, una nación que ya enfrentaba tensiones comerciales con China, ahora se encuentra en una posición crítica. Las pérdidas económicas, el desempleo histórico y el aumento de la pobreza son inaceptables. Debemos poner fin a nuestra dependencia económica de China de una vez por todas.

Es irónico que en medio de esta crisis, dependamos de China para suministros médicos esenciales. Esto debe cambiar. Además de los productos médicos, nuestra dependencia se extiende a maquinaria eléctrica, productos tecnológicos, equipos electrónicos, materiales de construcción, computadoras, productos químicos, automóviles, juguetes, paneles solares y más. Es hora de cuestionar esta dependencia de un país que viola nuestros derechos de propiedad intelectual y nos roba tecnología.

Debemos actuar con determinación para restringir nuestros lazos económicos con China. Estos 20 capítulos de análisis y opinión marcan un llamado a la independencia de Estados Unidos. América 2.0 tiene el potencial de volver a ser la nación más fuerte del mundo. Es hora de tomar medidas y liberarnos de esta dependencia económica de China.